Con capacidad para almacenar 410 millones de metros cúbicos de agua, esta represa ayuda con el suministro de tres centrales (Paute, Amaluza y Sopladora), cuya potencia en conjunto es de mil 757 megavatios, más de un tercio de la demanda nacional.
Sin embargo, Mazar actualmente está prácticamente vacío y no tiene cómo generar electricidad.
Ante ese descenso de las reservas hídricas, el gobierno del presidente Daniel Noboa acusó a funcionarios del sector y afirmó que la represa fue vaciada deliberadamente como sabotaje contra la consulta popular del próximo domingo, un proceso clave para el futuro del mandatario y del país.
El secretario de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta, aseveró en una entrevista la víspera al canal local Teleamazonas que “se abrieron las compuertas” y “dejaron correr el agua”.
Esa acusación recibió respuesta por parte del gerente de la división Sur de la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), José Gómez, quien en declaraciones a la televisora RTS aseveró que “desafortunadamente ha circulado información que no es la adecuada”. Según Gómez, la presa no tiene compuertas y añadió que toda la programación de niveles la hace el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) y allí solamente cumplen sus disposiciones.
El especialista agregó que técnicamente la bajada del embalse es un proceso que dura meses.
Por otro lado, el exministro de Energía, René Ortiz, explicó que el sistema Paute es enorme y cuenta con varios embalses para la generación eléctrica, empezando por Mazar que está aguas arriba, luego viene Molino y abajo Soplador.
El extitular detalló a la audiencia de la emisora FM Mundo que cuando los técnicos deciden vaciar una presa es porque el agua ya llegó a su límite inferior y ya no le permite mover las turbinas que generan electricidad.
En ese momento se abren las compuertas para alimentar el segundo embalse, en este caso Molino, donde sí será útil, porque también está operando al límite y con lo que llega de Mazar puede garantizar su operación.
En ese contexto, el Gobierno de Ecuador denunció por presunto sabotaje a 22 personas por ocultar información y no dar las alertas correspondientes, entre ellas la exministra de Energía y Minas Andrea Arrobo, quien hace una semana descartó los apagones.
Frente a ese escenario, el presidente Noboa decidió, además de aumentar los cortes de electricidad, suspender la jornada laboral de jueves y viernes, días en que los ecuatorianos pasan ocho horas y más a oscuras.
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