El Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) precisó que las acciones serán permanentes en busca de evitar los peligros en la vía a los conductores o cualquier otro usuario.
Asimismo, la fuerza castrense recalcó que los choferes temerarios seguirán recibiendo altas multas por infringir la Ley.
Recordaron que esta actividad implica caer en gastos por daños a la propiedad privada, pública y de personas heridas.
Además, se pueden causar severas lesiones que ameriten hospitalización y meses de recuperación.
Quienes se dedican a realizar carreras clandestinas y las personas que acuden a verlas corren el riesgo de sufrir un accidente, indicó la PNC.
Resaltó que los practicantes de las carreras clandestinas pueden enfrentar procesos penales por conducción temeraria y homicidio imprudente.
“Debe haber un mayor control de las autoridades responsables”, señaló con anterioridad el experto local en el tema Édgar Guerra.
Estamos viviendo otra pandemia, la segunda causa violenta de muerte en Guatemala son los accidentes de tránsito, subrayó.
Consideró que las estadísticas de hechos viales podían aumentar si no se invierte en más personal y tecnología para la regulación del parque vehicular.
A nadie se le puede prohibir que compre vehículo y que circule solo a tales horas y en ciertas carreteras, pero las entidades relacionadas con la movilidad sí pueden trabajar en la prevención, acotó el investigador Ronald Peláez.
Durante el día se registran un promedio de 40 accidentes de tránsito solo en esta urbe, según estadísticas oficiales, que elevaron este índice a 60 en noviembre y diciembre pasados, con incidencia de las carreras clandestinas.
npg/znc
