En el discurso inaugural de la Conferencia mundial sobre plásticos, la directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, reconoció que el mundo necesita ese producto, pero hay que ser deliberados sobre dónde y cuándo lo usamos, porque ahora cada niño crece en un mundo en el que se usa una vez y se tira.
Al referirse a la utilidad de los plásticos ejemplificó que ayudarán a construir automóviles, barcos y aviones de cero emisiones de gases de efecto invernadero, más ligeros y con menor consumo de combustible.
No obstante, hay que eliminar los innecesarios, rediseñar los productos y extender la responsabilidad de los productores, aspectos que figuran entre las propuestas del Pnuma ante el Comité Intergubernamental de Negociación sobre la Contaminación por Plásticos de las Naciones Unidas, reunido desde este lunes en la capital canadiense.
Andersen precisó que la aparente conveniencia que trae consigo esta sociedad del descarte ha provocado una catástrofe ambiental en los ecosistemas, inundaciones de los desagües, bloqueo de los ríos y asfixia de los océanos con afectaciones para la salud de las personas, por lo que, aseguró, el mundo desechable no puede funcionar.
La producción mundial de plástico se estima cercana a los 460 millones de toneladas anuales, de las cuales una parte importante contamina suelos, ríos, lagos y mares.
Para la titular del Pnuma contener la contaminación plástica, que crece desde hace 75 años, debe acordarse un tratado internacional vinculante que tenga objetivos claros y mensurables con plazos determinados.
También debe exigir eliminar los plásticos innecesarios, de un solo uso, de corta duración y problemáticos, entre ellos numerosos envases, bolsas, cubiertos, pajillas, vaso y similares.
Planteó que dicho tratado debe rediseñar los productos, para que permanezcan en uso el mayor tiempo posible, lo cual sostendrá una economía circular y agregará valor mediante el intercambio, el mantenimiento, la reutilización, la remanufactura y el reciclaje.
Andersen propuso promover el diseño de la circularidad más allá de la gestión de residuos para proporcionar fuertes incentivos a las empresas.
Otro aspecto a tener en cuenta es la necesidad de invertir en modernas tecnologías y gestión de residuos ambientalmente racionales que cumplan normas específicas, a lo que agregó el tratamiento especial a las sustancias químicas peligrosas contenidas en los plásticos para proteger la salud humana.
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