Las salidas de cauce del lago causaron cientos de miles de desplazados y daños sustanciales en cultivos, casas, comercios y escuelas, en particular en las comunidades asentadas en las márgenes del lago, según reportes oficiales.
Estadísticas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas cifran en 200 mil la cantidad de personas expulsadas de sus hogares por las inundaciones debido a los aguaceros cuya persistencia es objeyo de hipótesis.
Expertos en administración de desastresconvergieron en responsabilizar al cambio climático por la densidad y persistencia de las precipitaciones que, además, afectan a Tanzania, colindante con Burundi por el sur y el este.
Las consecuencias económicas y humanas de las inundaciones son más graves debido al mal uso de la tierra, que muestra signos de fatiga y salinización, según expertos.
Las autoridades burundesas se dicen incapaces de enfrentar la crisis y a través del ministro del Interior, Martin Niteretse, apelaron asistencia internacional para enfrentar el impacto de las inundaciones, carentes de señales de disminuir hasta mayo próximo.
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