Los manifestantes, encabezados por el gobernador de la región, general Ibra Boulama Issa, demandaron la evacuación inmediata de los militares estadounidenses, cuyos portavoces aseguraron que en breve, sin preciar fecha, iniciarán conversaciones sobre los pasos para la evacuación.
En una improvisada alocución, el general Ibra denunció lo que llamó “opacidad” de lo que ocurre en el interior de la instalación castrense, así como los frecuentes accidentes de los drones y el molesto ruido que produce a toda hora del día.
En la base están alojados unos mil oficiales y soldados con la misión de operar aviones tripulados y drones, encargados de realizar vuelos de vigilancia en la explosiva zona del Sahel, donde operan grupos islamistas leales a la red Al Qaida y al Estado Islámico.
Sahel es una zona ecoclimática del norte de África que limita al norte con el Sahara y al sur con la sabana sudanesa, y atraviesa el continente de oeste a este.
Los nexos entre Níger y Washington están en pleno declive desde la defenestración manu militari en julio del año pasado del expresidente Mohamed Bazoum, de tendencia prooccidental.
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