Dicha medida apunta a acceso a datos financieros y pagos electrónicos, centrado en reforzar la autenticación por parte de los clientes para otorgarles más control sobre el acceso a sus datos personales e introducir el derecho a reembolso por parte de su banco, sobre todo en el caso de las víctimas de fraude.
Tal manera de comerciar ascendió a 240 mil millones de euros en 2021, resalta el comunicado sobre este propósito.
El paquete consta de una revisión de la directiva de servicios de pago, que refuerza la prevención y compensaciones por fraude, y de una nueva regulación sobre el acceso a los datos financieros, que busca garantizar a los clientes el control efectivo de sus datos.
Los eurodiputados aprobaron así los cambios al reglamento y a la directiva de servicios de pago.
El principal objetivo de la revisión es combatir y mitigar el fraude en los pagos, permitir a los proveedores de estos servicios compartir entre ellos la información relacionada con el fraude, aumentar la concienciación de los consumidores, reforzar las normas de autenticación, y ampliar los derechos de reembolso.
De esta suerte buscan también hacer obligatorio para todas las transferencias un sistema que compruebe la alineación de los números IBAN de los beneficiarios con sus nombres de cuenta.
Por demás, persiguen igualar las condiciones de competencia entre bancos y entidades no bancarias, permitiendo el acceso de los proveedores de servicios de pago no bancarios a todos los sistemas de la Unión Europea (UE).
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