En la misiva, publicada en el sitio de la Presidencia de la República, Mattarella expresó al Sumo Pontífice, nacido Jorge Mario Bergoglio, “deseos de salud y bienestar para vuestra persona” y le renovó “las expresiones de la cercanía del pueblo italiano y de mi máxima consideración por su alta misión apostólica”.
El jefe de Estado recordó las recientes palabras de Francisco acerca de que “nadie debería amenazar la existencia de otros”, una norma fundamental necesaria para garantizar “un nivel mínimo de convivencia humana”.
Ese principio, según apuntó en su nota el presidente italiano, “se ve cuestionada en el dramático contexto de una situación internacional y, en particular, de Medio Oriente, marcado por la violencia, los conflictos y los impulsos de venganza.
Por ello, enfatizó el mandatario, resultan “oportunos y apremiantes” los pedidos del Obispo de Roma “a salvaguardar los vínculos esenciales de la fraternidad”.
Dichos llamamientos del papa Francisco “no dejan de interrogar las conciencias de millones de mujeres y hombres en todos los continentes y constituyen semillas fértiles de justicia y de paz para creyentes y no creyentes”, afirmó Mattarella.
San Jorge fue, según diversas fuentes, un soldado romano nacido entre los años 275 y 280 en Capadocia, actual Turquía, mártir y santo cristiano tras morir, el 23 de abril del año 303 de nuestra era en la antigua ciudad de Lida, Israel, por defender su fe religiosa durante las persecuciones del emperador romano Diocleciano.
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