Con sede en el recinto habanero de Pabexpo, la XIV Feria Internacional de la Construcción (Fecons 2024) concedió a ese país euroasiático la condición de invitado de honor, por lo que participa con una amplia delegación de empresarios, expertos y académicos.
El Comandante de la Revolución y vice primer ministro Ramiro Valdés; el titular de la Construcción en la isla René Mesa; y el embajador de Rusia en La Habana, Víctor Coronelli, estuvieron entre las personalidades del acto inaugural y la posterior apertura del stand ruso.
En nombre de la delegación, el presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Rusia, Antón Glushkov, destacó la colaboración de larga data y la existencia de “grandes planes” en la actualidad.
Según explicó el embajador Coronelli, las conversaciones en curso responden a los intereses bilaterales expuestos en el marco de la comisión intergubernamental, con vistas a fortalecer los nexos económicos, comerciales y científico-técnicos.
Por el momento, las principales prioridades son la formación y capacitación de jóvenes y el aumento de la profesionalidad de los técnicos de nivel superior en concordancia con los avances internacionales en materiales y tecnologías de la construcción, respondió el diplomático a la prensa.
Al decir del funcionario, se están dando los primeros pasos en una plataforma conjunta para facilitar los vínculos empresariales y académicos, lo cual ayudará a otros propósitos, entre ellos, el intercambio de tecnología y las inversiones rusas en las ramas de la construcción en Cuba.
La cooperación, opinó, podría contribuir al empleo de métodos económicos efectivos para la edificación aquí de escuelas, viviendas, policlínicos y círculos infantiles, a partir de tecnologías rusas.
Consultado por Prensa Latina, Glushkov destacó el interés empresarial por los recursos mineros de Cuba debido a la disponibilidad de yacimientos que permitirían fomentar las producciones de piezas cerámicas, ladrillos y distintos surtidos a partir del yeso.
Esperamos, además, que las inversiones en la planta siderúrgica de La Habana, nos facilite en un futuro la fabricación en Cuba de elementos para armar y reforzar construcciones de acero, detalló.
Entre las cuestiones inmediatas, mencionó los planes de armonizar los instrumentos jurídicos y las normativas del sector de las construcciones de los dos países y la selección de proyectos exitosos en Rusia que podrían convenir a Cuba por sus características climáticas y posibles riesgos sismológicos.
Otro asunto fundamental es crear condiciones a fin de garantizar la protección de las inversiones rusas en las ramas cubanas de la construcción, y pensamos, acotó, en una empresa mixta “para que sea un proyecto mutuamente ventajoso y beneficioso”.
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