Con la premisa de preservar la generación de empleo, el crecimiento y la estabilidad económica, el entendimiento fue rubricado por el presidente Luis Arce y la dirigencia de la COB con su ejecutivo a la cabeza, Juan Carlos Huarachi.
La decisión conjunta que se aplicará a partir de mayo del año en curso con efecto retroactivo desde enero, fue oficializada este martes en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental).
“Se ha acordado con la Central Obrera Boliviana un incremento al salario mínimo nacional del 5,85 por ciento, lo que equivale que, en esta gestión, el salario mínimo nacional -a partir del 1 de enero de esta gestión-, porque será retroactivo a enero, será de dos mil 500 bolivianos (357 dólares)”, informó Arce.
Ratificó que el haber básico tendrá un incremento del tres por ciento.
En febrero último, la dirigencia de la COB propuso al Órgano Ejecutivo un incremento de ocho puntos porcentuales al salario mínimo nacional y un siete por ciento al básico.
De esta forma, explicó Arce, Bolivia cuida las finanzas públicas, preserva la generación de empleo, el crecimiento económico y la estabilidad del país en esta esfera.
“Con estos incrementos estamos seguros que la economía no solamente que va a mantenerse estable -añadió el dignatario-, sino que va a continuar creciendo”.
A su vez, saludó la madurez de la dirigencia de la COB, por entender la realidad de Bolivia y la importancia de garantizar mayor inversión.
“Estamos muy claros que el país necesita inversiones. Tenemos en mente hacer inversiones en el sector minero y en varias nuevas plantas industriales, que es el camino que el país debe seguir para mejorar sus ingresos, generar empleo y posicionarnos cada vez más como un país que avanza con una economía robusta e industrializada”, enfatizó.
Subrayó que el Estado Plurinacional es un país que, pese a los efectos externos y a los internos adversos, sigue avanzando.
Huarachi, a su turno, defendió la demanda inicial de incremento, sin embargo, saludó el acuerdo alcanzado con el Gobierno.
“La respuesta que hemos recibido ha sido importante y contundente”, expresó en referencia al incremento salarial.
De manera contrastante con la clase trabajadora, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) criticó el incremento.
Al respecto, consideró que este aumento “sería insostenible para el sector empresarial y provocaría el cierre de unidades productivas y una mayor precarización del trabajo formal”, según una nota de prensa.
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