Para la joven Nela Cedeño, presidenta del comité del Festival en Ecuador, el encuentro internacional les permitió conocer más ese “país precioso, solidario, cuyos intereses son colectivos, a favor de la soberanía de los pueblos, y que trabaja por la configuración de un mundo multipolar”.
Cedeño resaltó que en ese espacio pudieron conocer jóvenes de diversas partes del mundo y así escucharon sobre otras realidades.
Ecuador estuvo representado en su diversidad cultural, étnica e ideológica, agregó la joven durante una reunión este miércoles en la sede de la embajada de Rusia en Quito, donde los asistentes a la cita de Sochi conversaron sobre sus experiencias en el Festival.
El embajador ruso en Ecuador, Vladimir Sprinchan, afirmó a los jóvenes que formaron parte de un gran evento internacional que les permitió ver de primera mano la realidad de su país, pues muchos de ellos luego del evento visitaron otras ciudades.
Uno de ellos fue Carlos Bello, de la provincia de Guayas, para quien lo mejor fue compartir con alrededor de 20 mil líderes que hablaron sobre su cultura a través de los intercambios que se realizaron.
Bello, que participó por segunda vez en este Festival, pues estuvo también en la edición de 2017, comentó a Prensa Latina que en esta ocasión para él lo novedoso fue la presencia de jóvenes destacados no solamente en la política, sino en el campo de la tecnológica, la educación, la cooperación internacional.
Vimos otro otro mundo, no solamente lo que nos cuenta la prensa tradicional y mercantilista, y sobre todo la otra cara de la moneda de Rusia, sus luchas, su sentido solidario y cómo impulsan un nuevo polo de desarrollo, subrayó.
Contó que allí hubo espacio también para conocer sobre el grupo Brics y cómo alejarse de la dependencia de los imperios, de generar nuevas oportunidades.
El Festival Mundial de la Juventud se celebró en Sochi del 1 al 7 de marzo pasados y en la cita participaron 20 mil jóvenes destacados en diversos sectores, entre ellos medio centenar de ecuatorianos.
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