La jornada inicial enfocó al apartado teórico y resultó oportunidad propicia para reunir a especialistas con estudiantes de la Academia Vicentina de la Torre (fundadora en 1967 del Ballet de Camagüey), y debatir sobre la grandeza de Alonso, ente clave en el desarrollo de la Escuela Cubana de Ballet.
Para Miguel Cabrera, uno de los más importantes avezados en materia de historia danzaria del país, “el conocimiento de la existencia del Ballet de Camagüey no fue una competencia para Fernando y su Ballet Nacional, por el respeto y admiración que sentía precisamente por Vicentina”.
El especialista tras dar un bosquejo por todo el aporte de Alonso, explicó cómo “a pesar de las carencias ambas compañías han sobrevivido”.
Cabrera aseguró además que “estos maestros mantuvieron viva la llama, en especial con el Ballet Nacional que es una joya, nuestro patrimonio, que defendió siempre Alicia Alonso en los momentos más complicados y afirmaba el paso de los momentos difíciles”.
El actual Concurso que transcurrirá hasta el día 28 y se extenderá a escenarios como el Teatro Principal, acentuó la idea del crítico e investigador, Ismael Albelo.
«Los que defendemos el arte verdadero tenemos que estar a la vanguardia de este tipo de reconocimiento a Alonso, un artista renacentista y que no tenía secretos para ver crecer su obra, su creación, un legado a Cuba y a Latinoamérica”, afirmó.
Camagüey, que presume de una de las compañías de ballet clásico más importante del Caribe, “tuvo en Fernando cuando dirigió la institución un soporte que irradiaba conocimiento, y eso solo lo logran los grandes artistas”.
La afirmación anterior corrió a cargo del Premio Nacional de Danza 2023, José Antonio Chávez, en tanto Regina Balaguer, actual directora del Ballet de Camagüey ratificó la importancia del legado de Fernando Alonso.
“Mi reto siempre ha sido difícil desde mi posición de inexperta cuando asumo la dirección, sin embargo su ayuda siempre fue capital, así que ningún homenaje podría estar a la altura de lo que nos dejó”.
Balaguer añadió los valores de la metodología de Fernando y la Escuela Cubana, “sin ella no estaríamos hoy aquí”, concluyó.
Ideas surgidas de un diálogo entre generaciones redundaron en la intención de impulsar un Día de la Danza en Cuba, así como el auge de Concursos como este dedicado a Fernando Alonso, motores para mantener uno de los grandes tesoros de la cultura antillana.
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