La realidad es que no prosperaron los esfuerzos del oficialismo por desligar las palabras que pronunciará el mandatario de la cruzada en curso de los diversos partidos para convencer al electorado de cara a los comicios del 9 de junio, de los que saldrán los 81 escaños franceses en la Legislatura 2024-2029 del Parlamento Europeo.
Hace unos días, Macron negó que se tratase de un acto de campaña, alegando que aportará a la misma cuando sea el momento propicio, pero sus explicaciones no convencieron, sobre todo al considerar los aprietos en los que se encuentra la lista del partido gobernante Renacimiento y sus aliados.
Todas las encuestas apuntan a una clara victoria en las europeas del partido nacionalista identificado con la extrema derecha Agrupación Nacional (RN), al que otorgan entre un 30 y un 32 por ciento de las intenciones de voto, casi el doble de las reflejadas a favor del bloque oficialista.
El sondeo divulgado ayer del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP) y Fiducial para los medios Le Figaro, Sud Radio y LCI otorgó a la lista de RN, encabezada por su presidente Jordan Bardella, un 31 por ciento de apoyo, seguida por Renacimiento (Valérie Hayer), con 17,5, y el Partido Socialista/Plaza Pública (Raphael Glucksmann), 12,5.
Las cosas no marchan bien y Macron es consciente de ello, incluso en los últimos días ha ocurrido lo contrario al objetivo gubernamental de acercarse en las simpatías a las que tiene la organización de extrema derecha, ya que los socialistas han descontado al menos un punto en la batalla por la segunda plaza.
Hace cinco años, en las elecciones europeas RN y el oficialismo terminaron similares, con ventaja para la primera, un 23,34 por ciento contra un 22,42, pero el actual escenario indica que la fuerza nacionalista pasará de 22 eurodiputados a 29 en la Eurocámara y la gobernante caerá de 21 a 17. Para la cabeza de lista de La Francia Insumisa, Manon Aubry, llama la atención que el jefe de Estado escoja este momento para dar su discurso acerca de la UE, siete años después de que dedicara una intervención a la visión sobre Europa.
“Europeas: Macron entra en campaña para salvar su campo”, titula hoy el diario Le Figaro.
Por su parte, la cadena BFM TV aseguró que la Autoridad de Regulación de la Comunicación Audiovisual y Digital (Arcom), entidad encargada de vigilar la equidad del tiempo de palabra durante las campañas electorales, descontará a la jefa de la lista del oficialismo Hayer tiempo cada vez que el mandatario evoque los comicios europeos.
Habrá que ver cómo maneja el presidente francés el asunto esta noche en la Sorbona, porque recientes intervenciones de figuras del gobierno, entre ellas el primer ministro Gabriel Attal, han insistido en señalar a RN una postura antieuropea y de supuesta cercanía a Rusia, satanizada en occidente por la guerra en Ucrania.
A 45 días de la cita en las urnas, en la que se vaticina un importante abstencionismo, es de esperar que todos los actores políticos concernidos arrecien sus gestiones para sumar votantes y convencer a indecisos.
Por lo pronto, muy pocos se atreven a pensar en un cambio de tendencia, lo que indica que el ascenso de la extrema derecha se materializará, un fenómeno que no es ajeno en el ámbito de la UE y que preocupa a varios sectores.
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