Es vital buscar vías que conduzcan a eliminar el bandidaje en el país caribeño, y los miembros del Consejo Presidencial de Transición deben crear un clima de convivencia, solidaridad y eficiencia ciudadana.
El clamor de la ISC es conocido al mismo tiempo que el Consejo Superior de la Judicatura informó el asesinato del magistrado Questel Maximé perpetrado por los pandilleros.
La muerte de Maximé es una gran pérdida para el sistema judicial, subraya el comunicado de esa instancia jurídica.
En ese contexto, la Conferencia de Pastores Haitianos rechazó cualquier propuesta de negociaciones políticas con las pandillas.
«No tienen ningún motivo ideológico» subrayó el asesor especial de la entidad, Ernst Pierre, quien recomendó utilizar medios más fuertes para obligar a los bandidos a deponer las armas, si no quieren hacerlo voluntariamente.
Los pandilleros ya atacaron el aeropuerto, el puerto, escuelas, universidades, comisarías, prisiones, ministerios, sucursales bancarias, almacenes comunitarios, la Imprenta Nacional, que hizo su primera publicación en 1804 y le prendieron fuego a un depósito de 96 mil metros cuadrados en la zona franca.
También arremetieron contra automóviles particulares, un seminario religioso, la primera Iglesia Bautista de Haití con más de 180 años de fundada, y a más de una docena de farmacias, y en demostración de que van en serio le quemaron la casa al comandante en jefe de la Policía Nacional de Haití.
mem/joe
