El 60 por ciento de la primera cifra pertenece al segmento call center y el otro 40 de otras actividades de Externalización de procesos empresariales, explicó el presidente de la asociación dedicada al sector, Eduardo Castillo.
En total son 10, a partir de una diversificación hacia los segmentos de telecomunicaciones y tecnología, finanzas, manufactura, retail y comercio electrónico, describió en declaraciones al diario local Prensa Libre.
El funcionario incluyó recursos humanos y medios de comunicación y entretenimiento, los viajes y transporte, salud y seguros, logística y distribución, servicios públicos y de construcción.
La nueva oferta de servicios –acotó- comprende automatización de operaciones, atención a temas técnicos específicos; se prestan servicios en español y en inglés, y paulatinamente agregamos en otros idiomas, como alemán, francés, italiano y portugués.
También –agregó- en ciertas actividades en las que ya no solo se requiere dominar otra lengua, sino un poco de experiencia o habilidades técnicas o especializadas como medicina, marketing, recursos humanos, finanzas, e incluso servicios legales.
Las atenciones se prestan generalmente por teléfono, correo electrónico o chat, a los que se denomina front office porque tienen relación directa con los clientes, enfatizó.
Pero también –remarcó- hay servicios de back office, que son tareas relacionadas con la administración y el buen funcionamiento interno de una empresa.
Entre ellos mencionó procesos financieros, cierres contables de un mes en particular, cuentas por cobrar o aplicación de pagos.
Con el avance de la tecnología, algunas áreas ya permiten la automatización, la robótica y el uso de inteligencia artificial, resaltó el presidente de la asociación dedicada a la tercerización de los servicios, adscrita a la Asociación Guatemalteca de Exportadores.
Datos oficiales de esta entidad registraron 922 millones de dólares durante 2023 en exportaciones de servicios, un incremento del cinco por ciento contra el año anterior.
Analistas refirieron que un 0,2 por ciento de la población chapina trabaja en tal giro, cuando en México, por ejemplo, es el 0,7, por lo que advirtieron sobre oportunidades para otro aumento anual.
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