Esta postura del Canciller fue expresada en una declaración leída en su nombre por el representante permanente de Siria, Qusay Al-Dahhak, durante la reunión ministerial del Consejo de Seguridad dedicada a debatir la situación en el Medio Oriente, incluida la cuestión palestina.
Denunció que el genocidio cometido contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y los repetidos ataques contra territorio sirio son parte de una larga serie de actos de agresión y terrorismo perpetrados en medio de la incapacidad de las Naciones Unidas a implementar sus resoluciones debido al apoyo estadounidense.
El jefe de la diplomacia siria consideró que el silencio del Consejo de Seguridad, la incapacidad de las Naciones Unidas y el apoyo de las administraciones estadounidenses impidieron frenar al régimen israelí o al menos que se someta a las resoluciones internacionales.
Washington paralizó deliberadamente el Consejo de Seguridad y se opuso a la voluntad de la gran mayoría de los miembros de las Naciones Unidas, al utilizar su veto cuatro veces para impedir un alto el fuego en Gaza, y dar luz verde a los criminales de guerra para seguir cometiendo masacres, destrucción y desplazamientos.
Opinó que el abyecto fracaso de los criminales de guerra israelíes a la hora de socavar la voluntad del pueblo palestino y lograr sus objetivos militares en Gaza los llevó a bombardear a civiles con una brutalidad sin precedentes y cometer genocidio y crímenes de guerra y de lesa humanidad, en claro desprecio a las disposiciones del derecho internacional y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
El Ministro responsabilizó plenamente a las autoridades de ocupación israelíes y a los países que las apoyan por la escalada y sus repercusiones, y exigió a las Naciones Unidas trabajar para detener esta agresión y levantar el asedio, poner fin a la hambruna sistemática impuesta a los palestinos, prevenir el desplazamiento forzado y garantizar que Israel rinda cuentas por sus crímenes, aseguró.
Reiteró también la demanda de Siria sobre la necesidad de implementar las resoluciones internacionales que permitan al pueblo palestino disfrutar de sus derechos nacionales legítimos e inalienables, especialmente su derecho a establecer un estado independiente en su tierra con Jerusalén como su capital, y a obtener membresía plena en las Naciones Unidas.
El Canciller explicó en su declaración que el ocupante israelí lanzó recientemente ataques histéricos que afectaron Damasco, Deir Ezzor, Alepo y la región sur, provocando la muerte de civiles inocentes y ocasionando grandes daños materiales.
El desprecio israelí por las convenciones y tratados internacionales llegó al punto de atacar edificios diplomáticos, lo que fue evidente al bombardear el consulado iraní en Damasco y la muerte de todos aquellos que estaban en su interior de iraníes y sirios, lo cual constituye una peligrosa escalada y una grave violación de los acuerdos y normas internacionales que garantizan la protección de las sedes diplomáticas, puntualizó.
Aseguró que los ataques israelíes siempre coinciden con ataque de los terroristas contra civiles y soldados, lo que confirma, según Al-Mekdad, la interconexión y coordinación entre las autoridades de ocupación israelíes y sus herramientas terroristas.
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