En una visita a Washington, Estados Unidos, el presidente de esa entidad financiera, Álvaro González, precisó que para el siguiente periodo anual estiman un cinco por ciento, mientras que en este las importaciones rondarían el 7,5 de alza y en 2025 del siete por ciento.
La autoridad subrayó parámetros revisados por la Junta Monetaria este mes como un mejor desempeño económico de esta nación que el del mundo y América Latina, la tasa de política monetaria más baja de la región.
Asimismo, un producto interno bruto (PIB) en torno a su potencial, así como inflación en niveles dentro del rango seis meses antes, expectativas a 12 y 24 meses en meta de inflación, y tipo de cambio monetario estable.
Incluyó además remesas en crecimiento, aunque a un ritmo menos dinámico, reservas monetarias internaciones con tendencia al aumento, crédito bancario con crecimiento de dos dígitos, entre otras.
Así, agregó, tasas bancarias del país históricamente bajas, recuperación en exportaciones e importaciones, e inversión extranjera directa con índices al incremento.
En las previsiones iniciales, González también enfatizó sobre posibles shocks externos, asociados al precio internacional del barril de petróleo, la inflación en Estados Unidos, el comercio internacional, los productos alimenticios y las tensiones geopolíticas.
No obstante, expuso, el pronóstico es que el PIB chapín crezca con valores centrales de 3,5 por ciento en 2024 y 3,6 en 2025, que estaría por encima del registro potencial.
«La principal economía y mayor socio comercial de Guatemala es Estados Unidos», recordó, por su parte, el gerente económico de Banguat, Johny Gramajo, citado por el diario local Prensa Libre.
Agregó que al subir un 2,5 por ciento en 2023 y en 2024 con la previsión de 2,7, en términos de comercio y remesas familiares también es favorable para este territorio centroamericano.
En relación con el desempeño dentro del PIB, los ejecutivos destacaron seis actividades sectoriales: las financieras y seguros que cerrarán 2024 en 7,3 por ciento y en 6,2 en 2025; alojamiento y servicios de comida, 4,9 y 4,3; profesionales 3,4 y 3,5 por ciento.
Las inmobiliarias 4,1 y 4,2; la construcción 1,9 y 2,4, mientras el resto marcarían un promedio de 3,2 y 3,3 por ciento, respectivamente.
La recuperación observada en este año persistiría para el siguiente, remarcaron, y advirtieron que en caso de adoptarse reformas en la estructura económica y una mayor atracción de inversión extranjera directa, el potencial podía saltar de 3,5 al cinco por ciento anual.
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