En el Palacio Presidencial de Seúl tuvo lugar la rúbrica de los instrumentos jurídicos que, de acuerdo con el jefe de Estado angoleño, contribuirán a aumentar e intensificar los contactos entre los organismos públicos de los dos países y entre los empresarios de ambas partes.
El acto siguió a las conversaciones entre los mandatarios, durante las cuales Lourenço destacó el alto potencial de las relaciones bilaterales y expuso algunas ideas y proyectos de cooperación que podrían desarrollar, tanto a nivel institucional como con el sector empresarial privado coreano.
“Estamos aquí para intentar asimilar la dinámica que ha impulsado el desarrollo de su país y contar con su colaboración para ayudar a Angola a dar pasos firmes y seguros hacia la construcción de una economía sólida, capaz de satisfacer las necesidades fundamentales de la población y de integrarse en el contexto de la economía mundial”, dijo.
El presidente angoleño manifestó sentirse satisfecho, pues los contactos realizados durante su visita oficial le permitieron comprobar el interés y la sensibilidad de los asiáticos por cuestiones relativas al trabajo conjunto con el continente africano.
En tal sentido mencionó la próxima Cumbre Corea-África, en la que se espera surja “un marco realista y pragmático de cooperación” entre los distintos países africanos y esa nación.
El mandatario angoleño hizo alusión también al escenario político internacional, con varios conflictos y situaciones de riesgo para toda la humanidad, lo cual exige la movilización de la comunidad mundial para “abordar estos problemas de frente y con el valor de encontrar una solución”.
Elogió los esfuerzos de Seúl por aliviar la tensión que pesa sobre la península coreana, y consideró que solo el diálogo y el entendimiento ayudarán realmente a poner fin a los conflictos.
También en su segundo y último día de visita oficial a la República de Corea, Lourenço rindió homenaje a los caídos por la paz en el Cementerio Nacional de Seúl, donde cumplió el ritual establecido por el protocolo local, que incluyó la colocación de una corona de flores y la firma en el libro de honor.
La víspera, el jefe de Estado mantuvo un encuentro con estudiantes angoleños en formación en el país asiático, participó en un foro de negocios donde invitó a los empresarios coreanos a invertir en Angola, y conversó con el presidente de la Asamblea Nacional, Kim Jin-Pyo.
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