Casi al finalizar su estancia de trabajo en el país africano, Naranjo dedicó unos minutos de su apretada agenda para conversar sobre las transformaciones en el modelo económico de la isla y los sectores en los cuales es posible ampliar las relaciones entre La Habana y Luanda.
La vicetitular remarcó que en la rama alimentaria Cuba tiene conocimientos y tecnologías que está en condiciones de ofrecer, un asunto que abordó la delegación caribeña tanto en los encuentros con autoridades del país como con empresarios locales.
Comentó que la aprobación de nuevas formas de gestión y actores económicos en la isla, como las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), privadas y estatales, abren el diapasón para el establecimiento de relaciones comerciales.
“Todo aquel que en Angola tenga la intención de estrechar los vínculos comerciales con el empresariado cubano puede hacerlo de manera directa, a partir de todas las flexibilidades que se han aprobado en la esfera de los negocios”, subrayó.
Sobre el tema preguntaron durante la realización de un foro el pasado 26 de abril, así como detalles de la ley de inversión extranjera relacionados con los mecanismos para el establecimiento de proyectos con capital foráneo, los incentivos para estos, y las condiciones de exportación hacia Cuba.
Al respecto, Naranjo enfatizó en que “las puertas están abiertas” a las propuestas, independientemente de que el país tiene una cartera de oportunidades, pues existe conciencia de las potencialidades para ampliar las áreas de cooperación.
La viceministra valoró como positivas las reuniones sostenidas en Angola, en las que ambas partes pudieron evaluar los instrumentos jurídicos firmados e identificar nuevos espacios para trabajar juntos.
En tal sentido destacó el encuentro en el Ministerio de las Pescas y los Recursos Marinos, donde revisaron el Memorando de Entendimiento y definieron nuevas acciones que a corto plazo pudieran dar un resultado favorable para los dos países.
“Hay avances”, aseguró, y comentó que las líneas de trabajo establecidas permitirán que las dos partes se beneficien principalmente en la actividad acuícola, que es donde centraron la atención en este caso. “Podemos lograr mucho juntos”, afirmó.
Naranjo igualmente se refirió al diálogo con el secretario de Estado para la Industria, Ivan do Prado, y su equipo, con quienes abordaron las posibilidades en cuanto a la instalación de líneas de producción para aprovechar materias primas como frutas y vegetales, que desde pequeñas industrias pudieran procesarse y evitar pérdidas durante los picos cosecha.
En Cuba tenemos capacidad para montar esas estructuras productivas acá en Angola y que ambos países se beneficien, porque incluso esos renglones pudieran exportarse a la isla o a cualquier otro país, señaló.
Valoramos también la posibilidad de firmar un Memorando de Entendimiento, que actualmente no existe en esta rama; así como el trabajo que podemos desarrollar en materia de calidad con la institución angoleña dedicada al tema, principalmente en la certificación y en los requisitos que tienen que tener las producciones, agregó.
La viceministra cubana resaltó el empeño que constató en la nación africana en materia de producción de alimentos, un asunto primordial para el bienestar de la población y el buen desempeño de la economía.
“Hay un por ciento cada vez mayor de renglones que se producen acá y eso es fundamental para lograr la soberanía alimentaria. Hay que lograr que todas las producciones consumidas por la población, o por lo menos una buena parte, sean de factura nacional o con materias primas nacionales”, refirió.
Agregó que esto conlleva una cadena de valor, pues implica desde la base primaria para la fabricación hasta el producto terminado, y eso es algo en lo que se pueden ver los esfuerzos angoleños, y donde Cuba pudiera aportar sus conocimientos y experiencias en algunas áreas.
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