En una breve ceremonia en esta capital, la embajadora de la isla y Azoulay expresaron la voluntad de las partes de fortalecer los lazos en los ámbitos de competencia del ente multilateral: la educación, la ciencia, la cultura y la información.
Cuba y la Unesco cumplirán en agosto 77 años de estrechos vínculos, en un escenario internacional desafiante, marcado por conflictos y las consecuencias del cambio climático.
De acuerdo con la delegación cubana, en el contexto de la presentación de las cartas credenciales, Herrera y Azoulay coincidieron en destacar el papel de la Unesco y la vigencia e importancia de su mandato y principios fundacionales para potenciar la apuesta por la paz y el multilateralismo.
La diplomática y la directora general intercambiaron igualmente criterios sobre el valor de la educación inclusiva, la cultura, la ciencia y la innovación como motores del desarrollo sostenible.
La embajadora cubana aprovechó la ocasión para subrayar el agradecimiento de la isla a la Unesco por su respaldo frente al bloqueo económico, comercial y financiero que le impone Estados Unidos desde hace más de seis décadas, una política que representa el principal obstáculo para el desarrollo del país caribeño.
Herrera explicó a Azoulay elementos acerca del recrudecimiento del cerco.
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