Según el reporte del Instituto Nacional de Estadística y de Estudios Económicos (Insee), la demanda interior retoma su avance y contribuye positivamente al crecimiento, con 0,4 por ciento de aceleración del consumo de los hogares y de 0,3 en la formación bruta de capital fijo, que había cerrado el período octubre-diciembre del 2023 en -0,9.
A la inversa, el aporte del comercio exterior bajó y fue nulo en el primer trimestre, después del punto tributado en el anterior, abundó.
El 0,2 por ciento de incremento del PIB representa un resultado superior al proyectado entre enero y marzo por el Insee, que no había considerado crecimiento alguno en sus previsiones.
En el último trimestre del año pasado la economía francesa registró un auge del 0,1 por ciento.
Para el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, los datos demuestran que la estrategia gubernamental funciona.
A todos aquellos que quieren hacer creer que nuestra economía está detenida, los hechos reflejan lo contrario, Francia progresa y su economía es sólida, escribió en la red social X.
El moderado crecimiento, como lo calificó el propio Insee, constituye un bálsamo para el gobierno, bajo presión por la negativa situación del déficit público, el cual superó un cinco por ciento del PIB el año pasado, y en el 2024 va por el mismo camino.
Ante este escenario, existía temor de que las calificadoras de riesgo rebajaran la nota de Francia respecto a la Deuda Soberana, pero el viernes Moody’s y Fitch la mantuvieron en Aa2 y AA-, respectivamente.
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