Una situación inédita en el país ibérico que por un lado, en un sector de la ciudadanía se respira con alivio tras la decisión del presidente del Gobierno de continuar al frente del Palacio de la Moncloa.
Sin embargo, al mismo tiempo, se aprecia cierta desazón y falta de claridad en el porvenir, porque Sánchez, como jefe del Ejecutivo, no proyectó ninguna iniciativa y se aferró a la idea de “regeneración de la democracia española, en peligro por las campañas de desinformación e intoxicación de la derecha y la extrema derecha”.
Algunos analistas prefirieron dar tiempo al mandatario a raíz de sus palabras iniciales para asegurar que seguirá en el cargo. Pero en la noche de ayer, en su primera entrevista con los medios, con RTVE, se limitó a repetir los mismos criterios.
Desde las filas de los aliados, la vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, a la vez que aplaudía a Sánchez por permanecer en la Moncloa, deslizaba que la población espera medidas sociales concretas y más progresismo.
Luego de mantener en vilo a España durante cinco días, Sánchez anunció este lunes que continuará en el cargo, aunque pidió una movilización ciudadana.
He decidido seguir, con más fuerza si cabe, declaró desde el Palacio de la Moncloa en una intervención de nueve minutos, en los que subrayó que España tiene que dar un paso adelante y frenar las campañas de descrédito, bulos y lodazal que domina la política actualmente.
Aparte de las esperadas declaraciones punzantes del conservador Partido Popular (PP), de su líder, Alberto Núñez Feijóo, y de la controversial Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, junto con el mandamás del ultraderechista Vox, Santiago Abascal, poco de edificante en el ambiente.
Si bien Sánchez pareció apegarse a la filosofía del libro de su autoría, Manual de Resistencia, no brindó pistas de lo que marcará el futuro de un Gobierno permanentemente cuestionado, entre otras cosas, por promover una ley de amnistía para independentistas catalanes.
-¿SEGUNDAS PARTES?
Resta poco en realidad para el cierre de una semana que tiene el miércoles el feriado del 1 de mayo y un día más tarde otra jornada de asueto en conmemoración del levantamiento de los madrileños contra las tropas de Napoleón Bonaparte en 1808.
Para muchos españoles, el puente está abocado y la política volcará su peso a los derechos de los trabajadores y reclamos sociales en su Día Internacional.
Todos estos elementos hacen que hoy martes se acentúen las expectativas por eventuales anuncios que podría hacer Sánchez, quien de alguna forma dejó descolocados a numerosos españoles que esperaban medidas concretas.
La insistencia de la presentadora de RTVE, Martha Carazo, al jefe del Ejecutivo de hablar de manera concreta acerca del futuro, dejó abierta la entrevista.
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