Medios regionales como La Voz del Norte aseguran que consultaron el reporte indicado por el mandatario a especialistas, un informe titulado “En busca del tiempo perdido”, el cual refleja varias restricciones ante un problema que preocupa a nivel mundial: la gran cantidad de horas que pasan a diario los menores frente a las pantallas.
De acuerdo con los expertos, ningún niño debería tenerlas delante hasta cumplir los tres años, lo mismo para los teléfonos celulares, hasta los 11, y las redes sociales, a partir de los 15 y con la precisión de que sean “éticas”.
La recomendación va incluso más allá, el móvil desde los 11 años, pero sin conexión a Internet, con esta autorizada a partir de los 13.
Respecto a los más pequeños, entre los tres y los seis años solo deberían interactuar con contenidos educativos y con el acompañamiento de adultos.
En enero, Macron abogó por el criterio científico antes de abrir el debate público sobre la vinculación de los niños con las pantallas.
Para los expertos, elementos como las redes sociales representan un factor de riesgo de ansiedad y depresión, sobre todo cuando existen factores favorecedores.
Asimismo, consideraron alarmante el nivel de exposición de menores de edad a contenidos violentos y pornográficos.
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