Por doquier ondean las banderas rojas con su solitaria estrella amarilla en el centro, o enormes carteles que recuerdan la efemérides, catalogada por medios de prensa aquí como “un símbolo histórico significativo en los corazones de todos los vietnamitas”.
A lo largo del país se multiplican este 30 de abril las actividades culturales, no sólo para festejar el transcendental acontecimiento, sino también para transmitir a las más jóvenes generaciones los valores históricos y el espíritu de solidaridad nacional.
La fecha es propicia asimismo para rendir homenaje a los miles de mártires que sacrificaron sus vidas por la Patria, y también es aprovechada por dirigentes de todos los niveles para visitar a las familias de personas con méritos revolucionarios beneficiadas por políticas preferenciales del Partido Comunista y el Estado.
En un extenso comentario publicado este martes, la agencia de noticias VNA destaca que la victoria del 30 de abril es un claro testimonio del espíritu indomable del pueblo vietnamita en la lucha contra los invasores extranjeros.
“El acontecimiento puso fin al yugo del imperialismo y el feudalismo en nuestro país, completó la revolución democrática nacional del pueblo, unificó a la nación y abrió una nueva era en Vietnam. Todo el país comenzó a avanzar unido hacia el socialism”, subraya el texto.
Más adelante enfatiza que ese transcendental triunfo permanecerá en la historia de la nación como una de las páginas más destacadas, un símbolo brillante de la victoria del heroísmo revolucionario y la inteligencia humana, y pasará a la historia mundial como una gran hazaña del siglo XX.
El 30 de abril, añade, es también el día en que el pueblo vietnamita conmemora el cumplimiento del ardiente deseo del presidente Ho Chi Minh de liberar el Sur y reunificar el país.
Rememora en ese sentido fragmentos de una carta escrita por el prócer independentista el 6 de julio de 1956 en la que afirmaba: “Un día en el que la Patria esté dividida y los compatriotas sigan sufriendo, es un día que me preocupa”…. “Unificar el país es la forma de vida de nuestro pueblo”.
El propio medio resalta además los notables logros económicos cosechados tras la reunificación nacional por este país del Sudeste Asiático, que ahora se esfuerza por convertirse en la vigésima mayor economía del mundo.
En la base de tales avances, precisa, está la histórica política de reforma y renovación (Doi Moi) aprobada por el VI Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, cuya aplicación posibilitó modificar gradualmente la estructura económica de la nación y promover la industrialización y la modernización.
Para 2019, significa la fuente, Vietnam pasó a ocupar el octavo lugar en el mundo y el segundo en el Sudeste Asiático en términos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y la vigésimo segunda mayor economía del mundo en la escala de exportaciones.
De cara a 2026 el propósito es que el PIB de Vietnam llegue a ser el segundo de la región después de Indonesia, y para fines de 2029 se proyecta que ese indicador sitúe al país en el puesto número 20 del mundo.
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