“Una invasión a gran escala contra Rafah sería una catástrofe humanitaria”, advirtió el funcionario en su cuenta en X.
Hacemos un llamamiento a Israel para que no proceda e instamos a todas las partes a trabajar por un alto el fuego y una paz duradera en la región, afirmó.
Hace unas horas, Adhanom Ghebreyesus anunció en la misma red social un encuentro con Philippe Lazzarini, comisionado general del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio.
En la reunión analizamos “la terrible y extremadamente preocupante situación sanitaria y humanitaria en Gaza”, apuntó.
El jefe de la OMS señaló que la actual hambruna provocada por el hombre y el bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria aumentó el riesgo de epidemias en ese territorio.
Nuestros equipos seguirán trabajando juntos para apoyar los servicios básicos de salud y la recuperación hospitalaria en toda la Franja, pero necesitamos urgentemente un acceso sostenido, sin obstáculos y seguro, expresó en X.
En nombre de la Humanidad, apelo a Israel para no lanzar la operación y dialogar con el fin de avanzar en el camino de la paz, expresó recientemente Adhanom Ghebreyesus, en medio de los preparativos para asaltar la urbe.
La prensa israelí reveló que el primer ministro Benjamin Netanyahu prometió a sus socios de ultraderecha en el Gobierno que atacaría Rafah con o sin acuerdo para un alto el fuego con Hamas.
Netanyahu justifica la operación con el argumento de destruir el último reducto del movimiento islamista en la Franja, aunque expertos, tanto israelíes como de otras latitudes, consideran imposible eliminar a ese grupo armado en su totalidad.
Para la operación, el Ejército desplegó en el enclave costero a otras dos brigadas de reserva, en medio de insistentes llamados de la comunidad internacional a evitar el ataque.
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