La situación en el este de la RDC, que mantiene en conflicto a estas dos naciones, estuvo en el centro de las conversaciones, que ocurrieron al margen de la Reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de los países nórdicos y africanos, celebrada este jueves en la capital danesa.
Angola es mediadora designada por la Unión Africana para buscar una salida negociada a las diferencias entre Kinshasa y Kigali, e implementar el llamado Proceso de Luanda para llevar la paz a esta región.
El pasado 27 de febrero el presidente de la RDC, Félix Tshisekedi, tras un encuentro con el mandatario angoleño João Lourenço, dio su acuerdo para reunirse con su homólogo de Ruanda, Paul Kagame.
A su vez, el ruandés confirmó la intención de dialogar con el congoleño, igualmente durante una visita a Luanda el 11 de marzo.
Aunque la Cancillería de Angola no ofreció detalles sobre el contenido de las conversaciones de António en tierra danesa, se sabe que las partes trabajan para hacer realidad esta reunión entre Tshisekedi y Kagame.
El este de la RDC está muy afectado por el ataque de diversos grupos rebeldes, dentro de los cuales destaca el Movimiento 23 de Marzo (M23), que cuenta con el apoyo de Kigali y ha ocupado varios territorios.
La confrontación ha generado una profunda crisis humanitaria, fundamentalmente por los desplazamientos masivos, los cuales se estima ascienden a más de 7,2 millones de personas.
Angola mantiene buenas relaciones con ambos países y desempeña su labor de mediadora en el conflicto no solo en calidad de designada por la Unión Africana, sino en su condición de presidenta en ejercicio de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral (SADC) y de la Conferencia Internacional de la Región de los Grandes Lagos.
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