El objetivo final es “lograr el fin de genocidio palestino”, destacó Esther Monge, estudiante de Ciencia Políticas e integrante de la asociación Estudiants per Palestina y miembro del movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS) de País Valenciá, del que surgió la idea.
Además de demandar el fin de la agresión contra los palestinos en Gaza, el grupo pidió el cese de acuerdos de las universidades e instituciones con cualquier empresa u organismo de Israel que financie este tipo de apartheid.
En realidad, la acampada comenzó el pasado lunes en la Facultad de Filosofía del alto centro de educación superior, pero se convirtió en un fenómeno masivo este jueves.
Los estudiantes reclaman asimismo a las universidades que vayan más allá de la equidistancia, y calificaron los sucesos en la Franja de Gaza de genocidio, ‘no es conflicto o guerra’.
Esther Monge señaló que se le pide al Estado español el fin de las armas, que recupere la jurisdicción universal para poder juzgar crímenes de guerra en España y “que ponga fin a la ley mordaza y a la de extranjería, que tantas consecuencias están teniendo para los activistas propalestinos”.
La activista recalcó que no hay fecha prevista para la finalización de la acampada que se mantendrá “mientras tengamos fuerzas y hasta que se consigan los objetivos”.
Es la primera acción de esta índole que se realiza en España y a todas luces pudiera extenderse a otros centros universitario del país.
La concentración de estudiantes en modo acampada comprende actividades informativas, coloquios, talleres, danza palestina y enseñanza de caligrafía árabe.
Ante este panorama, Monge se dirigió a la ciudadanía simpatizante con la causa para que aporte donaciones de alimentos, metálico a la caja de resistencia de los colectivos y divulgación de los hechos.
El claustro de la Universidad de Valencia, informó de que no tiene intención de pedir a los acampados que abandonen las instalaciones ocupadas, además de anunciar el reforzamiento de la seguridad con más vigilantes.
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