Yo no sería partidario del traslado de tropas de la OTAN a Ucrania, pues sería una escalada peligrosa y no hay ninguna necesidad para ello, afirmó Cameron, al comentar recientes declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre esa república exsoviética.
Esta semana, Macron mencionó nuevamente su iniciativa de enviar fuerzas de su país a Ucrania en caso de que Rusia lograra un cambio sustancial en la línea del frente de batalla ucraniano.
El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, informó esta jornada que las fuerzas armadas ucranianas perdieron al menos 111 mil militares y 20 mil equipos de guerra solo en este año.
Cameron, por su lado, afirmó que las potencias occidentales prepararon hasta el momento a unos 60 mil uniformados ucranianos, pero consideró que sería incorrecta la posibilidad para los soldados de la alianza atlántica de matar a sus similares rusos.
Sin embargo, el también exprimer ministro británico retomó el discurso permanente de Occidente de que una derrota de Ucrania en el conflicto con Rusia crearía un “peligroso futuro”.
Declaraciones de Cameron realizadas la víspera crearon un escándalo en los medios de prensa, pues el jefe de la diplomacia de esta nación apoyó la posibilidad del uso por Kiev de armamentos británicos para atacar el territorio ruso.
Luego hubo una promesa de desmentido de la cancillería británica, aunque finalmente las declaraciones del diplomático fueron publicadas esta jornada con las mismas palabras.
Reino Unido suministró gran cantidad de armamentos a Kiev, que recibió un volumen total equivalente a 165 mil millones de dólares desde que el 24 de febrero de 2022 el presidente Vladimir Putin ordenó una operación bélica para proteger a la región sublevada del Donbás.
Occidente insiste, como lo hizo Estados Unidos con un paquete de casi 61 mil millones de dólares, en el rearme de Ucrania, mientras en Moscú se presentan en una exposición armamentos norteamericanos, franceses, alemanes y británicos ocupados como trofeos por las tropas rusas.
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