La casa de los Cavs, el Rocket Mortgage FieldHouse, será el escenario del único pleito que llegará al partido siete, en un playoffs donde cada escuadra ha vencido tres veces como local y las emociones se han desbordado sobre las canchas.
El quinteto de Orlando forzó esta definición el pasado viernes cuando Pablo Banchero se robó el protagonismo al anotar una decena de puntos en el último cuarto para doblegar 103-96 a unos rivales guiados por un Donovan Mitchell que consiguió 50 cartones.
Con esa motivación los discípulos de Jamahl Mosley, quintos en la etapa clasificatoria (47-35), tratarán de superar a unos anfitriones que se ubicaron por delante en la fase regular (48-34) y que los superan en el palmarés histórico.
Aunque poco influyen los premios que guardan en sus vitrinas en este tipo de pleitos de muerte súbita, no está de más anotar que Cleveland atesora seis títulos de Conferencia y un campeonato ganado en 2016.
Los visitantes apenas han conseguido imponerse en su llave en par de ocasiones (1995, 2009) y jamás han levantando una copa en la NBA.
El ganador de este partido se enfrentará en semifinales al mejor equipo de la temporada, los Boston Celtics, quienes luego de dominar la clasificación con 14 puntos de ventaja, derrotaron en cinco desafíos a los Miami Heat.
En el otro pareo de la Conferencia en busca de un asiento en la final chocarán a partir de mañana lunes Indiana Pacers contra New York Nicks, ganadores 4-2 de Milwaukee Bucks y Philadelphia 76ers, respectivamente.
La víspera comenzó el batalla en el Oeste por el boleto finalista y los Minnesota Timberwolves, como visitantes en el Ball Arena, vencieron 106-99 a los vigentes monarcas de Denver Nuggets.
En ese partido Anthony Edwards anotó 43 cartones (récord personal para playoffs) y Naz Reid encestó 14 puntos en el último cuarto.
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