En un comunicado difundido aquí, la entidad señaló que esa crisis requiere actualizaciones frecuentes y un seguimiento estrecho para la rehabilitación del sector agrícola en el enclave costero, donde viven más de dos millones de palestinos.
Destacó que en los dos primeros meses de conflicto, iniciado el 7 de octubre del pasado año, más del 85 por ciento de la población de Gaza fue desplazada, lo que afectó gravemente a la agricultura.
Al 31 de diciembre de 2023, los daños importantes eran evidentes, e incluían la destrucción de 206 graneros, 172 granjas de pollos de engorde y otras 149 de ovejas, detalló.
Un total de 488 pozos agrícolas resultaron dañados al igual que casi 262 hectáreas de invernaderos (un 20,5 por ciento del total) y cuatro mil 319 hectáreas de tierras de cultivo, indicó.
La FAO explicó que esas cifras son de finales del pasado año, por lo cual están desactualizadas tras cuatro meses más de ataques israelíes.
Recientemente la organización no gubernamental ActionAid International alertó que el 70 por ciento de la población del norte del territorio está al borde de la hambruna a menos que se adopten medidas para facilitar la entrega de ayuda a gran escala.
Igualmente denunció que el Ejército israelí impidió en los últimos meses que miles de toneladas de ayuda cruzaran por tierra desde la frontera con Egipto hacia la región septentrional del enclave costero.
Funcionarios de la ONU consideran que una cuarta parte de los ciudadanos de Gaza están a un paso de la hambruna, mientras el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia estima que un tercio de los niños sufre desnutrición aguda.
ActionAid International citó los datos de la Clasificación Interina Integrada de Seguridad Alimentaria, según los cuales, casi todas las familias reducen sus comidas para que sus hijos puedan comer.
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