Las cerca de 50 mil butacas serán pocas esta noche en un Parque de los Príncipes que confía en la remontada rojiazul, tal y como ocurrió en los cuartos de final frente al Barcelona, mientras al club alemán le bastará un empate para regresar a la final de la Champions 11 años después de su derrota ante el Bayern de Múnich.
La víspera, el entrenador del PSG, Luis Enrique, afirmó que el objetivo sigue siendo la disputa del título, el 1 de junio en Wembley, y mostró confianza en la victoria.
Por su parte, el técnico del Dortmund, Edin Terzic, vaticinó un encuentro difícil, alegando que el rival “lo hará ciertamente mejor que la pasada semana”, por lo que apeló al trabajo colectivo para neutralizarlo.
Ambos clubes tienen armas para dañar al contrario, con la figura sobresaliente del parisino Kylian Mbappé, líder goleador de la Liga de Campeones junto a Harry Kane (Bayern de Múnich), con ocho.
Para muchos, la clave de la semifinal está en lo que pueda hacer Mbappé, contra quien el central Matt Hummels negó que exista un plan especial.
El PSG buscará su segunda final en la Champions, tras el revés en 2020 también cortesía del Bayern, mientras el Dortmund su tercera.
Mañana el Real Madrid y el Bayern de Múnich definirán al otro finalista en el estadio Santiago Bernabéu de la capital española, después del 2-2 en la ida en Alemania.
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