Según distintos reportes del país caribeño, los investigadores creen que los sonidos emitidos por esas especies conforman un alfabeto fonético y éste podría usarse para construir el equivalente aproximado de las palabras y frases de los humanos.
Analizaron más de ocho mil 700 fragmentos de clics de cachalote, conocidos como codas, y hallaron cuatro elementos básicos que consideran los componentes de ese alfabeto fonético.
“Estamos empezando a encontrar los primeros componentes básicos del lenguaje de las ballenas”, dijo al respecto David Gruber, fundador y presidente de la Iniciativa de Traducción de Cetáceos, dedicada a traducir la comunicación de los cachalotes.
Comentó sobre los posibles vínculos sociales existentes en esos animales, al subrayar que descifrar sus sistemas de comunicación podría revelar paralelos con el lenguaje y la sociedad de los humanos.
Para obtener suficientes ejemplos de los clics del cachalotes en Dominica, donde hay una población residente de unas 200 ballenas, los científicos crearon un estudio de grabación submarino gigante con micrófonos a diferentes profundidades.
Las etiquetas en esos cetáceos también registran en qué posición se encuentran cuando hacen clic (por ejemplo, buceando, durmiendo, respirando en la superficie) y si hay otros ejemplares cerca con los que podrían estar comunicándose.
Los cachalotes están clasificados como vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, pues fueron cazados durante siglos por el aceite contenido en sus cabezas gigantes y su población mundial continúa en números bajos.
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