El Comité Superior de Orientación para los Árabes del Néguev denunció en un comunicado que las autoridades israelíes tratan de obligar a los residentes a trasladarse a otro lugar para ampliar una carretera.
La policía tiene la intención de impedir que los pobladores se manifiesten, se reúnan y protesten contra el crimen de deportación, afirmó.
En el Néguev viven unos 240 mil beduinos, la mayoría de ellos en comunidades no reconocidas por el Gobierno, que sistemáticamente ordena la demolición de sus poblados.
Al no tener reconocimiento oficial esas localidades carecen de servicios básicos como redes de electricidad y agua, carreteras, escuelas y centros de salud.
Ejemplo de esa política es la aldea de Al Araqib, que fue demolida más de 200 veces desde 2010, pero que desde entonces sus pobladores la levantan una y otra vez.
oda/rob