En el marco de las demostraciones, los estudiantes del University College London celebraron una reunión en el campus principal de Bloomsbury, donde recientemente establecieron un campamento, sumándose a otros campus universitarios en otros países.
Al colocar banderas palestinas en la zona, pidieron el fin de los ataques israelíes y exigieron un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
También corearon consignas que incluían somos estudiantes, no nos quedaremos en silencio ahora.
La manifestación también contó con el apoyo de un grupo de personas que se reunieron detrás de las puertas del campus.
Más tarde, una gran multitud realizó una manifestación separada frente a la Oficina del primer ministro en Whitehall, al criticar el apoyo del Reino Unido a Israel. Entre los asistentes a la manifestación, que se organizó como una protesta de emergencia tras la orden de evacuación de Israel en Rafah, había activistas judíos propalestinos.
Durante una entrevista a la agencia Anadolu, Amba, un manifestante judío, señaló que cualquiera que intente decir que ser antisionista es de alguna manera antisemita,convirtió su identidad y la de su familia en un arma.
Mi familia escapó de este tipo de persecución, de este tipo de genocidio, y estamos aquí porque somos judíos, subrayó.
Añadió que esto es lo que sus antepasados habrían querido, diciendo que convertir su identidad en un arma la hace sentir insegura cuando no asiste a una protesta pro Palestina.
Desde el inicio de la agresión israelí casi 34 mil 800 palestinos han muerto en Gaza, la gran mayoría de los cuales eran mujeres y niños, y otros 78 mil 100 han resultado heridos, según las autoridades sanitarias palestinas.
Siete meses después de la guerra israelí, vastas zonas de Gaza yacían en ruinas, lo que empujó al 85 por ciento de la población del enclave al desplazamiento interno en medio de un bloqueo paralizante de alimentos, agua potable y medicinas, según la ONU.
Por tales acciones, Israel está acusado de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia.
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