En medio de esfuerzos en Europa de distorsionar el papel del Ejército Rojo en la derrota del fascismo nazi, los agentes públicos dividieron a los participantes en ese acto en grupos de 10 personas, a quienes sometieron a fuertes revisiones.
Después de emitir prohibiciones para actos de celebración por el 79 aniversario del Día de la Victoria, la policía dejó gran parte del público asistente a la marcha sin posibilidad de acceder a los monumentos erigidos a los soldados soviéticos.
Entre las restricciones estuvo la realización de cantos y bailes relacionados con la fecha, el uso de uniformes soviéticos de aquella época o cualquier símbolo de la URSS, así como de las letras Z ó V, empleadas por las fuerzas rusas en el conflicto ucraniano.
Para este año, los organizadores de la marcha debieron concentrarse cerca del monumento a los combatientes soviéticos de Tiergarten, pues la policía cerro el paso a las Puertas de Brandenburgo, indicó la televisión capitalina.
La autoridades germanas intentan criminalizar el empleo de cualquier símbolo favorable a la Unión Soviética, bajo el pretexto de que ello está relacionado con la operación militar lanzada por Rusia el 24 de febrero de 2024.
En ese entonces, el presidente Vladimir Putin anunció que la acción
bélica se realizaba para proteger a la región sublevada del Donbás, asi como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Al hablar esta jornada antes del comienzo del desfile de la Victoria en la moscovita Plaza Roja, Putin denunció los insistentes intentos de borrar la memoria histórica sobre el decisivo papel de la Unión Soviética en la derrota del fascismo alemán.
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