Según estadísticas del Ministerio de Seguridad, la mayoría de los caminantes que cruzan la inhóspita jungla son venezolanos, seguidos por ecuatorianos, haitianos, colombianos y chinos.
Por su parte el Servicio Nacional de Migración (SNM) precisó que esa cifra de los primeros cuatro meses del año representa un 25 por ciento de aumento en relación con igual periodo de 2023.
En los primeros siete días de mayo, según el SNM, pasaron por la selva unos mil viajeros ilegales diarios como promedio.
De acuerdo con la directora del SNM, Samira Gozaine, se espera un auge del 20 por ciento de esos flujos en relación con todo el año pasado, cuando cruzaron 520 mil 85 personas.
La funcionaria indicó que los caminantes no solo enfrentan los peligros naturales de la selva sino que además son víctimas del crimen organizado.
Les piden grandes sumas de dinero para cruzarlos por las diferentes travesías. Un viaje de Panamá a Estados Unidos podría costar entre 18 mil y 25 mil dólares, pero no solo es dinero, la vida misma está amenazada por los delincuentes, remarcó.
Sobre el tema, la alcaldía de Necoclí, municipio del departamento colombiano de Antioquia, mostró su preocupación por recientes declaraciones del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, sobre la posibilidad de cerrar el paso fronterizo por la selva de Darién, trascendió.
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