La Estrategia del Gas del Futuro, publicada este jueves, fundamenta la necesidad de promover la ejecución de nuevos proyectos inversionistas en el sector, aunque el Estado nacional mantenga el propósito de lograr un escenario de emisiones neutras para 2050.
Garantizar que Australia siga teniendo un acceso adecuado al gas a precios razonables será clave para conseguir una red de energía renovable del 82 por ciento en 2030 y alcanzar nuestro compromiso de emisiones netas cero en 2050, dijo la ministra del ramo, Madeleine King, en un comunicado.
Según razonó, ese combustible fósil continuará siendo una importante fuente de energía más allá de 2050, y sus usos cambiarán a medida que el país mejore la eficiencia energética industrial, consolide las energías renovables y reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los planes del Ejecutivo contemplan, por tanto, la posibilidad de arrendar una mayor cantidad de superficie marítima para la captura y el almacenamiento de carbono.
Actualmente el gas representa un 27 por ciento del mercado energético australiano y el 14 por ciento de los ingresos por exportaciones, lo cual resulta relevante pues esta nación figura entre los principales proveedores internacionales del rubro.
De acuerdo con datos oficiales, la venta de gas natural licuado debe aportar unos 72 mil millones de dólares australianos (alrededor de 47 mil 400 millones de dólares estadounidenses) en el año fiscal 2023-24.
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