Esto ocurrió, mientras que las opiniones de línea dura de los miembros del Banco de Japón contribuyeron a frenar la caída del yen.
El índice dólar subió, por su parte, ya que los operadores empiezan a centrarse en los datos de inflación de Estados Unidos que se publicarán la semana que viene y en sus implicaciones para la política de la Reserva Federal (Fed).
La libra esterlina declinó 0,3 por ciento a 1,2462 dólares, alejándose del máximo de tres semanas de 1,2709 dólares alcanzado la semana pasada.
El Banco de Inglaterra mantuvo las tasas, pero un segundo miembro del Comité de Política Monetaria se mostró partidario de un recorte y el gobernador Andrew Bailey se mostró optimista de que las cosas vayan en la dirección correcta.
Por otra parte, frente al yen japonés, el dólar sube lentamente tras caer 3,4 por ciento la semana pasada, su mayor descenso porcentual semanal desde principios de diciembre de 2022.
El índice dólar, que mide la cotización del billete verde frente a una cesta de divisas que incluye al yen y al euro, subió 0,17 por ciento, a 105,70, tras haber tocado antes un máximo de una semana.
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