En la nueva investigación, publicada en la revista Metabolic Engineering, los expertos detallaron que utilizaron modelos computacionales para predecir objetivos en la edición de genes y optimizar el metabolismo en la bacteria Pseudomonas putida (P. putida), la cual podría ser uno de esos microorganismos.
Sin embargo, aún es necesario un trabajo más profundo de ingeniería química para que ese biocombustible llegue a convertirse en una opción óptima.
También utilizaron múltiples enfoques basados en modelos metabólicos a escala genómica para predecir y priorizar objetivos de eliminación de genes que conducirían a mayores rendimientos de isoprenol.
“Con esos procesos, lograron un título de producción de isoprenol de 3,5 gramos por litro, obteniendo como resultado una mejora diez veces mayor del isoprenol en P. putida”, puntualiza el estudio.
Diversos organismos encargados de velar por las reducciones de contaminantes a la atmósfera han advertido de la utilidad de biocombustibles para los aviones.
“Los combustibles de aviación sostenibles elaborados a partir de fuentes renovables de carbono podrían reducir las emisiones de dióxido de carbono y ayudar a mitigar el cambio climático”, señala la indagación de los expertos estadounidenses.
mem/cdg
