Su edificación concluyó en marzo de este año, siendo el más alto de Europa y el segundo más largo del mundo, tras el Sky Bridge de República Checa, que tiene 721 metros de extensión.
La impresionante estructura colgante de mil 023 escalones de madera une a Borgo de Sellano y Castillo de Montesanto, dos pequeños pueblos separados por el Lago dei Vigi, y fue erigida con el propósito principal de atraer visitantes para darle un impulso a la economía de la zona, gravemente afectada tras un catastrófico terremoto ocurrido en 2016.
“Es un ejemplo virtuoso de inversión para revitalizar este territorio”, subrayó la consejera regional de turismo de Umbría, Paola Agabiti, en relación con esta obra, cuyo costo de 1,5 millones de euros podría recuperarse rápidamente, dada la demanda del cruce, al precio de 25 euros por el trayecto de un solo sentido y 35 por el de ida y vuelta.
La capacidad máxima sobre este puente es de solo 90 personas a la vez, y para disfrutar de este paseo por las nubes las mismas deben medir al menos 120 centímetros de altura. Como medidas de seguridad, se debe usar arnés, guantes y casco.
El alcalde de Sellano, Attilio Gubbiotti, destacó que el objetivo de este proyecto es desarrollar actividades en lugares menos contaminados y prolongar la estancia de los visitantes en la zona.
“Sé valiente, respira y déjate llevar por tus sensaciones”, señala la promoción de esta nueva oferta turística, que promete una experiencia única de caminar entre 30 y 45 minutos a una espectacular altura sobre los montes Apeninos.
(Tomado de Orbe)
