En una declaración que hoy reproduce la agencia estatal de noticias ACNC, la oficina de política exterior de la Cancillería denunció las más recientes movidas navales y aéreas de EEUU, Corea del Sur, Japón, Reino Unido, Canadá, Alemania, Francia, Nueva Zelanda y Australia en aguas periféricas de la Península Coreana.
Esas acciones, señaló, infringen el interés de seguridad de los países del Indo-Pacífico y agravan las tensiones militares de la región.
De modo particular recordó que un buque de guerra y helicópteros de Australia incursionaron en espacios colindantes con la Península Coreana y amenazaron la seguridad marítima y aérea de los Estados vecinos, aumentando la posibilidad de un conflicto armado.
La Cancillería apuntó que movidas semejantes se realizan bajo el pretexto de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el cumplimiento de las sanciones a la RPDC, con desconocimiento del principio de la soberanía y la no intervención en los asuntos internos de los Estados.
Expresó además su preocupación por la “conducta irresponsable” de algunos países que, lejos de sus confines y contra sus intereses, se suman así a la estrategia hegemónica de EEUU.
Si la intromisión es la política que siguen esas naciones respecto a nuestro país, nos veremos obligados a reconsiderar nuestra posición hacia ellas, advirtió la declaración.
La RPDC tomará las medidas necesarias para defender con firmeza la soberanía y la seguridad del Estado, luego de hacer un análisis riguroso sobre los preocupantes actos de Canadá, Australia, Reino Unido, Alemania, Francia y otros países involucrados en la “vigilancia de las sanciones anticoreanas”, subrayó.
La semana pasada la RPDC también condenó los intentos de EEUU de revivir un recién desmantelado panel de expertos de Naciones Unidas que monitoreaba el cumplimiento de las sanciones en su contra. El vicecancillerr a cargo de las organizaciones internacionales, Kim Son Gyong, denunció que en cuanto ese mecanismo quedó desintegrado, Washington comenzó a hacer “ingentes esfuerzos” por fabricarle un sustituto a fin de seguir violando el derecho a la existencia de un Estado soberano.
A fines de marzo, Rusia vetó en la ONU una resolución que prolongaba por un año el accionar del citado panel, aunque las medidas contra Pyongyang siguen vigentes.
Pero EEUU y sus aliados insisten en crear otro medio capaz de monitorear el cumplimiento de las sanciones contra la RPDC.
Pyongyang alega que las “descarados acciones” para usar a la ONU en función de injustos y extraterritoriales intereses políticos son contrarios a la Carta del organismo internacional y disturban la paz y la seguridad mundiales.
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