Entidades como el Fondo de Naciones Unidas para Infancia (Unicef), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) o el Programa Mundial de Alimentos (PMA) activaron de inmediato sus equipos para enfrentar las consecuencias del desastre en la población.
Las lluvias impactaron con más fuerza en la provincia de Baghlan, donde se reportan unas tres mil casas destruidas así como tierras de cultivo inundadas, ganado arrasado y escuelas cerradas.
Las vecinas demarcaciones de Takhar y Badakhshan también se vieron afectadas, con informes iniciales de al menos 300 viviendas dañadas.
La ayuda se desplegó rápidamente, de acuerdo con Tajudeen Oyewale, representante de Unicef en Afganistán, quien confirmó el arribo de un equipo móvil de salud y nutrición apoyado por esa organización.
“Las fuertes lluvias y las inundaciones posteriores han trastornado vidas y suponen un riesgo importante para los niños de las provincias afectadas», afirmó el también doctor.
A medida que las familias enfrentan la pérdida, es primordial mantener el acceso al agua potable y a los servicios de salud y protección. Como siempre, Unicef apoya a los niños y al pueblo de Afganistán durante este momento difícil, agregó.
De acuerdo con la información divulgada aquí, el Fondo para la Infancia envió 450 kits familiares, 500 de higiene, 476 mantas para adultos y bebés y 100 kits de ropa, junto con el apoyo brindado por otras agencias y socios de las Naciones Unidas.
Por su parte, la OIM distribuye paquetes de ayuda que incluyen refugios temporales, artículos no alimentarios esenciales, módulos solares, ropa y herramientas para reparar sus refugios dañados.
En tanto, el PMA entrega galletas energéticas a los supervivientes de las inundaciones, uno de los muchos eventos de las últimas semanas causados por lluvias inusualmente intensas por todo el mundo.
“El clima extremo pone de relieve la necesidad de esfuerzos resilientes”, advirtió el Programa.
La ONU considera a Afganistán como uno de los diez países más vulnerables al cambio climático, con un aumento de las condiciones climáticas extremas, en particular inundaciones, sequías y tormentas de arena y polvo.
Esos desastres han provocado pérdidas de vidas y medios de subsistencia junto a daños importantes a la infraestructura que agrava aún más las difíciles condiciones de vida de su población.
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