Durante una conversación telefónica con el secretario de estado norteamericano, Antony Blinken, Shoukry destacó los graves riesgos de seguridad resultantes de las operaciones militares israelíes en curso, precisó el Ministerio de Relaciones Exteriores en una declaración.
El jefe de la diplomacia egipcia destacó que la ofensiva contra esa urbe tiene nefastas repercusiones humanitarias que afectarán a más de 1,4 millones de palestinos allí refugiados, de los cuales unos 360 mil ya abandonaron la localidad en los últimos días.
Shoukry resaltó la importancia de reanudar las entregas de ayuda a la Franja tras la ocupación hace una semana por parte de Israel del cruce fronterizo de Rafah, que desde entonces continúa cerrado.
Durante la llamada telefónica, ambas partes mantuvieron discusiones en profundidad sobre las consecuencias humanitarias y de seguridad de las acciones israelíes, señaló la Cancillería.
El Cairo anunció el domingo que se sumará a la querella presentada ante la Corte Internacional de Justicia por Sudáfrica contra Israel por genocidio en el enclave costero.
El Ministerio de Relaciones Exteriores explicó en un comunicado que la decisión se produce a la luz de la creciente gravedad y alcance de los ataques contra civiles palestinos en ese enclave.
La pasada semana, una fuente egipcia afirmó a la televisora Al-Qahera News que el país está listo para todos los escenarios tras el asalto al lado palestino del cruce de Rafah, aunque, aclaró, no asumirá ninguna responsabilidad de seguridad sobre el territorio.
Con anterioridad, una delegación de seguridad egipcia instó al gobierno de Benjamín Netanyahu a abandonar el sitio, clave para la entrada de ayuda humanitaria y para evacuar a heridos y enfermos.
Medios de prensa revelaron que el Ejército de esta nación norafricana reforzó sus posiciones en la zona ante la escalada y el temor de una avalancha de refugiados palestinos.
Las tropas israelíes lanzaron hace nueves días una operación contra el cruce fronterizo, que durante los últimos siete meses representó la única puerta de entrada a Gaza de alimentos, medicinas y combustible.
Luego, los militares cortaron en dos la ciudad de Rafah como parte de su ofensiva contra Hamas, en medio de duras críticas internacionales por temor a una masacre a gran escala entre la población civil.
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