Las consecuencias de ese conflicto son graves para la paz, la seguridad y la estabilidad regional y global, alertó el mandatario al intervenir en la cumbre 33 de la Liga Árabe, celebrada en esta capital.
El gobernante criticó la doble moral imperante al señalar que “las vidas del pueblo palestino no son menos importantes que las vidas de cualquier otra persona”.
Hay que elegir entre dos caminos: el de la paz, la estabilidad y la esperanza o el del caos y destrucción que está siendo impulsada por la continua escalada militar en la Franja, subrayó.
El-Sisi condenó las matanzas y el asedio al que es sometido la población de ese territorio, así como el uso del hambre como arma de guerra y los planes de desplazamiento forzoso.
Los derechos de los niños, decenas de miles de los cuales fueron asesinados y quedaron huérfanos en Gaza, seguirán siendo una espada desenvainada sobre la conciencia de la humanidad hasta que se haga cumplir la justicia, recalcó.
Afirmó que El Cairo trabaja “con sus hermanos y amigos en intentos serios y desesperados para salvar a nuestra región de caer en un profundo abismo”.
Sin embargo, lamentó, no encontramos una verdadera voluntad política internacional de poner fin a la ocupación israelí y de abordar las raíces de este conflicto a través de la solución de dos Estados.
El presidente reclamó, otra vez, un alto el fuego inmediato en ese enclave costero y criticó a Israel por lanzar una ofensiva terrestre contra el cruce de Rafah, fronterizo con Egipto.
Rechazamos de forma total cualquier plan para desplazar por la fuerza al pueblo palestino o de crear las condiciones para hacer imposible la vida a los habitantes de la Franja con el fin de obligarlos a huir, expresó.
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