A pesar de la volátil situación, organizaciones humanitarias como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) o la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) brindan asistencia de emergencia a miles de personas dentro y fuera de Puerto Príncipe.
Ambas entidades distribuyeron más de nueve millones de litros de agua potable a más de 70 mil personas desde el 1 de marzo como parte de estos esfuerzos.
Por su parte, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios llegó esta semana hasta un refugio de desplazados en Solino, al sur de la capital, que actualmente alberga a cerca de 900 personas desplazadas.
El equipo habló con algunos de los refugiados y socios que trabajan en el sitio, donde faltan los recursos a pesar de los esfuerzos de las ONGs locales.
En tanto, la OIM apoyó a otras 20 mil personas desplazadas en Puerto Príncipe desde finales de febrero mediante los servicios de clínicas móviles y otros mil niños recibieron apoyo psicosocial lugares de acogida entre el 8 y el 15 de mayo.
Cerca de 362 mil haitianos han sido forzados a abandonar internamente sus hogares, la mitad de ellos niños, según cifras de la ONU.
Esta semana, la OIM aseguró que entre el 8 de marzo y el 9 de abril unas 95 mil personas huyeron de la capital, el 60 por ciento de ellas hacia los departamentos del sur.
La ONU estima que al menos 5,5 millones de haitianos necesitarán asistencia humanitaria en 2024, lo que supone un aumento respecto de los 5,2 millones estimados por la ONU.
El organismo advierte además de una carga desproporcionada del actual contexto en las mujeres, luego de que los índices de violación se dispararan a causa de las condiciones inseguras en muchos sitios de desplazamiento.
Como respuesta, las organizaciones humanitarias organizan actividades de prevención y sensibilización; al tiempo que identifican a los sobrevivientes y se aseguran de que reciban la atención adecuada.
jha/ebr
