Según comunicó esa cartera este viernes en su sitio oficial de Telegram, las defensas aéreas interceptaron 51 vehículos aéreos no tripulados sobre Crimea, 44 sobre el territorio administrativo de Krasnodar, seis sobre la provincia de Bélgorod y uno sobre la de Kursk.
Por su parte, la aviación naval y los patrulleros de la Armada destruyeron seis drones marinos en el mar Negro.
Por su parte, el gobernador de la ciudad de Sebastopol en Crimea, Mijail, Razvozhayev, anunció que los militares rusos repelieron un ataque masivo contra esa urbe, sede de la Flota del mar Negro, destruyendo decenas de drones y más de cinco lanchas sin tripulación.
Según la información del servicio de rescate de Sebastopol, no hay víctimas, escribió el gobernador en su canal de Telegram, y especificó que el control de la situación continúa, y los servicios operativos están en estado de alerta.
Anteriormente dijo que los restos de uno de los drones cayeron sobre la subestación «Sebastopol», lo que provocó un apagón parcial en la ciudad. «Los especialistas están empezando a restablecer el suministro eléctrico», señaló el Razvozhayev.
Rusia desarrolla desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania cuyos objetivos, según el presidente Vladímir Putin, son proteger a la población de «un genocidio por parte de las actuales autoridades de Kiev.
Igualmente se persigue atajar los riesgos de seguridad nacional que representa el avance de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
En diciembre pasado, Putin afirmó que la operación continuará hasta que Rusia logre la desnazificación, la desmilitarización y la neutralidad de Ucrania.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, se han intensificado los ataques ucranianos con drones contra refinerías de petróleo y depósitos de combustible en Rusia, en primer término, en las provincias fronterizas y Crimea, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
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