Las nuevas instalaciones administrativas forman parte del proyecto de restauración y rehabilitación del parque, para dotarlo de infraestructuras modernas que ofrezcan un mejor alojamiento a sus usuarios y garanticen una mayor conservación de la biodiversidad.
La intención es potenciar el turismo en esta región, en particular en el PNI, con una superficie de unos 15 mil kilómetros cuadrados y en otra época considerado como un paraíso animal.
Precisamente una de las acciones a implementar es la repoblación de las especies, afectadas por la caza furtiva, de ahí que este sábado hicieran entrega al parque de 13 ejemplares de jirafa provenientes de Namibia.
De acuerdo con declaraciones a la Agencia Angoleña de Prensa del ecologista Pedro Menterroso, responsable de la empresa sudafricana African Park, que gestiona el proyecto del PNI, las obras a realizar incluyen 80 habitaciones, oficinas y otras zonas de apoyo logístico.
Ello se unirá a toda la belleza paisajística de la región, lo que le permitirá competir con otros espacios similares a nivel internacional, refirió.
Apuntó que el proceso de revitalización y rehabilitación del PNI será largo y costoso, pero consideró estar bien encaminados.
Comentó que actualmente no hay hoteles en el interior del parque, apenas zonas de acampada que a lo largo del año podrían remodelarse para ofrecer más comodidad a los visitantes, pero la construcción de una instalación hotelera está en conversaciones entre el gobierno angoleño y los socios.
El PNI se extiende desde la desembocadura del río Cunene hasta un poco al sur del municipio de Tômbwa, a 470 kilómetros de la costa, y luego sigue el mismo río hasta su límite norte, hasta la zona de Pediva, antes de descender por el valle del Otchifengo hasta el río Cunene, que forma el límite sur de su área y define la frontera con Namibia.
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