En los 63 de las damas, peso en el que competirán 49 judocas, los reflectores enfocan en la Mubadala Arena a la francesa Clarisse Agbegnenou, doble campeona olímpica de Tokio-2020, quien buscará su séptima corona del mundo, con la cual igualaría a la legendaria japonesa Ryoko Tani.
La nativa de Rennes y 31 años pudiera tener un combate bien difícil tan temprano como en los octavos de final de la llave A, ante la nipona Megumi Horikawa, titular universal en Taskent-2022
Otras atletas de gran nivel tienen opciones de escalar el podio, entre ellas la primera del ranking planetario, la canadiense Catherine Beauchemin-Pinard, bronce olímpico en Tokio y plateada mundial, la joven kosovar Laura Fazliu y la australiana Katharina Haecker.
Por su parte, los 81 kilogramos de los hombres cuentan con 60 judocas y el posible duelo soñado entre los dos mejores clasificados de la categoría, el belga Matthias Casse y el georgiano Tato Grigalashvili.
A sus 27 años, Casse acumula el bronce bajo los cinco aros en Tokio, el título mundial en Budapest-2021 y la plata en Tokio-2019, Taskent-2022 y Doha-2023.
Más joven, con 24 años, Grigalashvili es ya doble campeón del planeta, con sus medallas de oro en Taskent y Doha, citas en las que derrotó en la final precisamente al belga.
América Latina no ha podido lograr presea en las dos primeras jornadas del mundial de Abu Dabi, con el brasileño de los 73 kilogramos Daniel Gargnin como el que más cerca estuvo de conseguirla, pero cayó en la discusión de uno de los bronces frente al mongol Ankhzaya Lavjargal.
Para hoy, su coterráneo Guilherme Schimidt, cuarto en el ranking de los 81, es el que más posibilidades tiene de llegar al podio.
Entre las mujeres, las mejores latinoamericanas ubicadas en los 63 kilogramos son la mexicana Prisca Awiti (puesto 18), la brasileña Ketleyn Quadros (22) y la cubana Maylín del Toro (24), estas dos últimas rivales en uno de los primeros duelos del grupo C.
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