El proyecto presentado al foro por Alemania y Ruanda recibió 84 votos a favor, 19 en contra y 68 abstenciones.
Tras su aprobación, el 11 de julio quedó establecido como el Día Internacional en Recuerdo del Genocidio de Srebrenica, en alusión a los hechos ocurridos en 1995 en esa ciudad de Bosnia durante las guerras de los Balcanes, que terminaron con la vida de cerca de ocho mil musulmanes, luego de la desintegración de Yugoslavia.
Poco antes de la votación, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, aseguró que la medida sólo abrirá viejas heridas y creará un completo caos político.
Vucic calificó la propuesta como altamente politizada y agregó que no contribuiría a la reconciliación en Bosnia y la región, sino que abriría una caja de Pandora.
No obstante, el mandatario no negó los asesinatos en Srebrenica y dijo que inclinaba su cabeza ante todas las víctimas del conflicto en Bosnia.
El texto asegura que la culpa de los hechos es “individualizada y no puede atribuirse a ningún grupo o comunidad étnica, religiosa o de otro tipo en su conjunto”.
Sin embargo, las autoridades serbias advirtieron que tratar «temas históricamente sensibles sólo sirve para profundizar la división y puede traer inestabilidad adicional a los Balcanes».
«Las divisiones serán cada vez más profundas y la resolución provocará inestabilidad en la región», afirmó Vucic.
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