El triunfo 126 de por vida de Álvarez, en su cuartel del estadio Augusto César Sandino en esta urbe en el centro del país, lo materializó con un pitcheo hermético de solo un imparable en seis innings de actuación.
Contó, además, con un relevo efectivo del diestro Osdany Rodríguez en un encuentro, donde los locales conectaron dos vuelas cercas de Luis Darío Machado y Pedro Chávez, su primero en series nacionales.
“Me encaramé en el box porque el equipo llevaba cuatro fracasos consecutivos (dos contra Pinar del Río en igual número ante Guantánamo) y aunque no lanzaba desde el 17 de abril, por algunas dolencias, me sentí dominante, con buen comando en mis lanzamientos”, dijo este jueves en exclusiva a Prensa Latina el lanzador cabecera de los Leopardo Azucareros.
“Este es mi granito de arena para ayudar al grupo, que es lo que hacía falta, conté con buen control y excelente respaldo de mis compañeros a la ofensiva y a la defensa”, expresó el lanzador que en este desafío solamente Robert Luis Delgado le pudo conectar de hit.
Por su parte, el designado Pedro Chávez confesó que se sentía el hombre más feliz del mundo, luego de conseguir su primer cuadrangular en el béisbol doméstico cubano, y aspira a que la dirección del conjunto lo continúe utilizando, ya sea como bateador designado o en la defensa de la primera almohadilla.
“Aunque soy un pelotero corpulento no había conectado un cuadrangular en las dos Series Nacionales en la que he participado, espero que en lo adelante vengan muchos más”, dijo eufórico Chávez al llegar al dugout.
Con este triunfo, Villa Clara presenta ahora computo de 25 victorias y 30 derrotas, mientras que Guantánamo encajó su derrota 29 con 26 triunfos.
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