Ese territorio se convirtió en una zona azotada por desastres e inhabitable, afirmó el diplomático en una entrevista con el canal de televisión DMC.
Al-Louh denunció el cierre de los cruces fronterizos tras la ofensiva castrense contra la ciudad de Rafah, a principios de este mes, lo cual detuvo la entrada de alimentos, combustible y medicinas al enclave costero.
La imposibilidad de traer diésel amenaza con paralizar los hospitales que aún funcionan parcialmente allí, subrayó.
Más de dos millones de palestinos enfrentan la amenaza de genocidio, ya sea por los ataques israelíes o por hambre, alertó.
El embajador destacó que más del 80 por ciento de los edificios en la Franja fueron destruidos o dañados.
Aunque la zona carece de los elementos más básicos para la vida, los palestinos están comprometidos con la supervivencia en su tierra y por tanto rechazan las amenazas de desplazamiento forzado, subrayó.
En ese sentido, Al-Louh agradeció la oposición de Egipto a la expulsión de la población gazatí.
Elogiamos al presidente egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, quien, gracias a sus esfuerzos y su firme posición, impidió el plan de desplazamiento, afirmó el funcionario.
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